Está claro que hoy en día sufrimos del mal de la “información”, desayunamos, comemos, merendamos y cenamos información y esto es un problema actual que concluye con una desinformación total de lo que está ocurriendo ahora mismo, porque es muy difícil procesar toda la información que nos llega, resumirla y aceptar el resultado, si es que es posible, ya que muchas veces nos llegan sesgada e incluso contradictoria.

El mundo inmobiliario no escapa de esta situación, ni mucho menos, ocurre exactamente lo mismo, tenemos tantos canales y tan repetitivos y semejante abanico de opciones que finalmente nos limita el foco de atención, nos cuesta comparar y por tanto, nos cuesta decidir cuál es la buena o aceptable en función de nuestros propios parámetros de aceptación.

Es por eso mismo que dentro del ecosistema Proptech hay empresas que se dedican a canalizar toda esta información, desde todas las fuentes posibles, para servirla en “bandeja de plata”, con el fin de poner la información de una manera ordenada, comparada y “limpia” de errores y duplicaciones, y así, obtener el mejor resultado, con el menor sesgo posible y siendo lo más neutral, que acaba siendo lo más deseable para los clientes o receptores.

Es decir, actualmente podemos saber si una persona ha publicado sólo una vez, varias o identificar si ya es un veterano, que tal vez quiere ahorrarse unos euros y no pagar la cuenta profesional de los portales inmobiliarios. También podemos saber si un inmueble que acaba de ser anunciado ahora mismo ya lo tienen otras inmobiliarias, con sus respectivos precios y fechas de publicación. Es decir, podemos, a través de los datos, cocinar otros más interesantes.

El Big Data nos permite saber si un cliente comprador puede tener una oportunidad que no ha mencionado nunca o si vendió anteriormente o no, incluso saber algunas cosas de su pasado, es más, tal vez no sea un comprador, sino una agencia inmobiliaria encubierta que se hace pasar por un comprador. Hay casos y casos cómo bien sabréis y todo esto se puede identificar de una manera muy sencilla y ahorrarnos mucho pero que mucho tiempo en nuestra actividad diaria, eliminando posibles tareas que no tendrían el fin que deseamos.

Y esto no es todo amig@s, hay que recalcar en base a lo anterior que, por mucha tecnología que nos rodee o estemos utilizando y aunque tengamos los canales controlados, la información bien canalizada y todo en orden, si no sabemos gestionar, seguir y avanzar con todo ello de una manera eficiente, no servirá de nada. Pero ojo, que no cunda el pánico ya que nuevamente, las Proptech de nueva generación nos ayudan en estos procesos para poder asegurar al menos nuestra parte responsable del negocio.

En definitiva, las nuevas tecnologías están aquí para ayudarnos.

Jorge Imedio

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