Después de estos meses de pandemia que por desgracia aún no han terminado, ha quedado patente que el Proptech es más necesario que nunca, que ha dejado de ser un “futuro cercano” para ser más que una realidad, que no es una moda, que los clientes ya exigen la digitalización del sector, de todos sus actores y de todos los procesos en los que se ven todos los protagonistas inmersos. La obligada digitalización de todas las empresas, de todos los sectores, debido a la reducción de la movilidad de todas las personas, por culpa del Covid-19, nos lleva sin duda a andar, mejor dicho a correr, para que la tecnología nos ayude a dar mejor y más servicio a nuestro cliente, estando más lejos de él que nunca.

Ya no podemos decir que el sector inmobiliario es sólo “tochos” y algunas personas que los comercializan. Hemos digitalizado en 3 meses lo que estaba previsto hacer en 5 años y esto sólo refuerza la importancia del proptech. Pero debemos ir más allá, debemos aplicar la tecnología en ser capaces de ayudar al factor humano, de poner a nuestro cliente en el centro de verdad de nuestras operaciones, el futuro del sector pasa por que el Proptech desarrolle tecnologías que nos ayuden a conseguir que nuestros clientes sean autosuficientes en todas las facetas que deseen y se apoyen en el factor humano en la confianza, en saber que hay alguien detrás para que no dejarte caer.

El Proptech ha pasado a ser un movimiento social, los usuarios de todos los ámbitos ya no entienden el sector sin que la tecnología, a través de las transformaciones digitales que se han vivido, les ofrezcan productos y servicios que les faciliten la vida en su “viaje inmobiliario”. Ese movimiento ha sumado a todos los actores de la intermediación, ayudando a la digitalización de todos los agentes inmobiliarios, en todas las facetas posibles, incluso en aquellas que sus clientes no ven. Y ese movimiento no podría existir sin los primeros valientes que llevaron la tecnología a muchos de las tareas no se hubieran atrevido y sin los muchos valientes que han seguido la estela. En España ya hay más de 350 empresas que están cambiando y transformando el sector, ya hay miles de trabajadores en esas empresas, ofreciendo lo mejor de ellos para los clientes, sean particulares o profesionales.

Y tengo que fe que ese movimiento llegue a las administraciones públicas, para que todo el círculo se cierre y la transformación digital sea completa.

Gustavo López,

Director de Operaciones en API